Fuente: esmas

Los Pet Shop Boys volvieron a México y a pesar de ser uno de los conciertos esperados de la temporada, las fallas técnicas terminaron por desvirtuar la actuación de los británicos.
Neil Tennant y Chris Lowe aparecieron sobre la hora pactada: las 20:30 horas y lentamente se fueron apoderando del escenario. Digo lentamente porque así fue: aparecieron sus bailarines, los coristas y al final ellos.
Acompañados de 3 grandes bloques que eran movidos constantemente para dar diferentes caras al escenario y servir de pantallas en algunos números, los Pet deleitaron a un repleto Auditorio Nacional, que al final se quedó con las ganas de escuchar más de Tennant y Lowe.
Y es que a pesar de que el set list incluyó la mayoría de sus éxitos, al final dejaron a todos con las ganas de escuchar el que es quizá su último gran éxito mundial, "New York City Boy".

Luego de 12 canciones, Pet Shop Boys decidió hacer una pausa de 20 minutos que se prolongó por casi 40, luego de que una falla en un sintetizador , obligó a que fuera sustituida la pantalla del mismo.
Lo cierto es que aunque la espera para la reanudación del concierto fue larga, los casi 10 mil asistentes no perdieron el tiempo y pronto organizaron "actividades", desde la tradicional ola, hasta un estruendoso coro que repetía el nombre del dúo que estábamos viendo.
Cuando por fin el show continuó -y luego de una sentida disculpa por parte de Neil-, los fans ya estaban listos para entrar a la parte fuerte del espectáculo, la misma que con "Domino Dancing" avisaba que la segunda visita de los 'Pet' a esta capital estaba por concluir.

Cuando todo olía a final todavía apareció un cover: "Where the streets have no name" de U2 mezclada con "Can’t take my eyes off you" de Boys Town Gang, que abrió paso a lo que vendría un poco más adelante: el gran final con "Go West" y el Auditorio Nacional de pie y siguiendo con todo y coreografía el gran hit de la banda.
Los Pet Shop Boys cumplieron, pusieron todo su empeño por dar un gran espectáculo y su música y repertorio lo lograron, sin embargo, son los pequeños detalles los que hacen grandes los conciertos y este, a fuerza de decir verdad, nos quedó a deber.
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